Diario 18 de Septiembre de 2017

Comenzamos la clase con presentación de las personas que no habían venido la semana pasada y después comenzamos con juegos.

Traducir del español: esta actividad consistía en que mientras el profesor hablaba, una persona iba repitiendo a la vez lo que él decía. A algunas les costaba más que a otras. Consistía en repetir sin pensar, ya que era cuando pensabas lo que ibas a decir cuando la persona se equivocaba e iba más lenta. Después de realizar  esta actividad con varias personas pasamos a un juego parecido.

Traducir del cuerpo: en esta ocasión en lugar de que haya una persona hablando, la persona va realizando percusión corporal y el resto lo repite simultáneamente. Se repite en silabas de 4, de esta forma es más fácil seguirla. Había palmadas, pasos, palmas en las piernas, cabeza, etc. Resulta una actividad interesante, pero tiene la dificultad de que la persona que está dando los pasos, es decir, el guía, como está viendo a las otras personas realizar sus movimientos pero con retraso, puede ser él quien se equivoque. Ya que el guía tiene que tener los movimientos interiorizados y apenas pensar, ya que es en ese momento cuando se atasca y no se es capaz de realizar movimientos nuevos y tiendes a repetir los anteriores.

Al terminar este juego, volvimos a repetir los juegos de la semana pasada:

Juego con números: el profesor escribió un número en la pizarra y dijo que se trataba de un número de teléfono (3375133), y como nos acordábamos de lo que se hacía en cada número comenzamos a realizar la percusión corporal. No importaba que la gente que no había venido la semana pasada no lo hubiera hecho antes, ya que con la imitación y la observación sacaron de qué iba el juego perfectamente. Para dar un cierre al juego, al final teníamos que decir el nombre de una compañera (Raquel) y señalarla. Después de repetirlo varias veces, se hizo un video y quedo bastante bien. Este fue el resultado:



Pasa palmada: en esta ocasión solo realizamos el juego con palmadas y pies. Pero había una dificultad nueva, y era que teníamos que seguir el ritmo de la música, mientras asábamos la palmada. Una vez que ya nos salía bien y que no nos perdíamos o nos equivocábamos, se añadió otra dificultad. Ahora las palmadas y los pies podían ir por dos direcciones al mismo tiempo. Con esto si se formó más lío, ya que cuando a alguien se le juntaban dos palmadas o dos pies, era como si se muriese el juego, ya que no continuaban, ni para un lado ni para otro. Este es un juego al que se le pueden añadir muchas variaciones y que con la práctica lo puedes ir complicando más.

Coro de percusión: en esta ocasión salieron 5 voluntarios/as y se sentaron en unas banquetas, el profesor enseño varias percusiones y las numero:

1à1 palmada y dar 1 vez en las piernas.
2à 1 palmada y dar 2 veces en las piernas.
3à 1 palmada y dar 3 veces en las piernas.
4à 1 palmada y dar 4 veces en las pierna.

Se practicó varia veces hasta que quedo claro y después el profesor le dio a cada uno un número, que era lo que les tocaba hacer. La palmada para que las cinco la den a la vez se da cada 12 repeticiones. Para que salga bien hay que marcar bien el comienzo, ser precisos y ensayar. La dificultad que tiene es que los de al lado tuyo no hacen lo mismo que tú y el profesor tampoco te puede guiar para que le imites. Entonces si uno se pierde todos los demás fallan. Es como una orquesta o un coro, donde no todos están tocando lo mismo pero que el conjunto suena muy bien. Fueron saliendo otros voluntarios para hacer de coro y de profesor. Se pudo observar que el 4 tiene mayor dificultad y una de las formas para ayudarle es que el profesor vaya haciéndolo con él.

Después el profesor nos enseñó un metrónomo: sirve para medir el tempo, el tempo es lo mismo que el pulso. Ir a tempo es ir con el metrónomo e ir a contratempo es ir en contra del metrónomo. La música cubana va a contratempo.

Nos pusimos en grupos de dos para intentar ir a contratempo. Uno iba a tempo dando palmas, y la otra persona tenía que dar palmas a contratempo. En mi caso comenzábamos yendo a contratiempo, pero acabábamos volviendo al tempo  las dos.

Continuamos poniéndonos todos de pie para intentar cantar a coro. Pero en lugar de cantar, lo hicimos con palabras. Se nos dividió en cuatro grupos y cada grupo tenía que decir una palabra, estas eran: Prusia, Rusia, Fucsia y Murcia. Después lo probamos con Albaricoque, Metacrilato, Bolígrafo y Semáforo.

Hay que estar en posición relajada con los brazos a los lados, y el profesor que actúa como director de un coro, va apuntando a cada grupo y moderando la intensidad con la que quiere que se cante. De esta forma hace cantar a todos, aunque sea solo con palabras. Sirve para que nos vayamos soltando y así luego cantemos todos.

Podemos usar otras palabras con los niños, teniendo en cuenta lo que estamos dando en clase. Por ejemplo, si estamos trabajando los animales de la granja, podemos usar: vaca, gallo, cerdo… Así podemos usar el juego como un refuerzo.


Corre el paso: nos ponemos en círculo y al ritmo de la música, una persona va dirigiendo, mientras cambia y añade pasos, el resto debe imitarla. Por ejemplo, dos pasos a la derecha, dos pasos a la izquierda, un paso a la derecha… La persona que dirige tiene que anticiparse.

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