Diario 25 de Septiembre de 2017

Comenzamos la clase teniendo que decir una retahíla de uno en uno, estando serios, sin reírse mientras el resto mira. Había que decir:

Soy una persona muy seria, muy seria, muy seria. Y no me río por nada, por nada, por nada. Tururú pajaritos, tururú pajaritos, tururú pajaritos.

Una forma para no reírse es antes de comenzar centrarse en tú respiración para relajarte y así luego poder soltarlo.

La canción del diapasón: nos sirve para cantar una canción si no tenemos ningún instrumento para sacar la primera nota. De esta forma podemos sacar cualquier nota con la que vamos a empezar a cantar. La canción es:

La, Si, Do, Si, La, Sol, Fa, Mi, Re, Do.

Comienza en LA, porque es la nota que te da el diapasón. Cantamos la canción todos juntos y luego uno por uno.

Mírame: la canción dice así:

Mira, mira, mírame, mira mírame a mí, mírame a mí.

Estuvimos cantando la canción en grupo, después a cada uno se nos dio un número 1 ó 2. Debíamos ponernos de forma intercalada en el círculo. Primero empezaban cantando los 1 y después del mírame comenzaban los 2.

Después se dejó que fueran saliendo voluntarios para cantar la canción, entrando cada vez una persona.  Una vez visto como quedaba, teníamos que hacer grupos de 3 personas y cantar la canción. Luego cada grupo salía a cantar. De esta forma se veía como se gestionaban los grupos, quien empezaba, etc.

El objetivo de todo lo que habíamos hecho es la clase de hoy era la desinhibición y que todos cantáramos de 3 en 3. Daba igual que se cantara bien o mal, no se decía, lo importante era cantar.
Fue interesante gestionarnos nosotras mismas para ver quien entraba la primera y quien después. Estuvimos probando como quedaba mejor, pero lo más importante para esta actividad era escuchar a las otras para saber cuándo tenías que entrar.

Teclado de papel: el profesor deja caer un papel en el suelo y cuando pisa hace (mmm) y todos lo imitan, llega un momento que el ya no tiene que hacer el sonido, solo pisar para que el resto hagamos el sonido. Y según con la intensidad que pise, el sonido es más fuerte o más flojo. Se van añadiendo folios y el profesor los va pisando, mientras el resto los hace sonar. Entre todos se va sacando una armonía. Se sacan las notas como si se tratase un piano, trabajando tres notas fáciles en espejo: Do, Re, Mi.

Después fue saliendo gente para que guiara al resto. Una de las veces en lugar de hacer (mmm) teníamos que decir las notas. En esta ocasión cuando no dábamos bien las notas había que corregirnos.

¡A bailar! Como si nos saludásemos cogemos la mano del compañero y la otra la pasamos por encima y juntamos los dedos, quedando nuestros brazos en cruz. Vamos haciendo giros despacio, vamos probando lo que podemos hacer y se va cambiando de pareja. Después, en lugar de con los brazos en cruz, con los brazos en paralelo. Hay que tener cuidado con esta posición ya que es más fácil hacerse daño. Volvemos a hacer giros y recordar juntar bien la espalda para no hacerse daño.

Confianza: por parejas, uno tiene que cerrar los ojos y el compañero le guía con la palma de su mano en la espalda, por toda la clase. Dependiendo en qué lado se apretaba tenía que ir a una u otra dirección. Este juego tenía la complicación de que era fácil chocarse con los otros compañeros por el espacio que había.

Luego quien quisiera podía dejarse caer hacia atrás para que le cogiera el compañero, este siempre tocándole la espalda.


Estos últimos juegos, son juegos de contacto y confianza, sirven para ver como los compañeros se transmiten confianza.

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